martes, 10 de junio de 2014

¿Libertad?


Lectores inexistentes, esta parece ser mi última entrada en este blog, así que espero que sea lo suficientemente buena como para significar la despedida de todos esos buenos momentos que hemos vivido mientras yo escribía y vosotros... no existíais.

Bueno, al grano; en esta nueva y última entrada voy a hablar de la ansiada libertad, de esa palabra que todos sabemos definir pero que ninguno sabemos muy bien como determinar cómo nos sentimos cuando "somos libres". Eso sí, no voy a escribir un ensayo sobre lo que creo que es la libertad, por mucho que me apetezca, sino voy a hablar de el "libre albedrío" desde el punto de vista de la neurociencia. ¿Que qué es la neurociencia? Paciencia.


La neurociencia es una rama de la ciencia que se encarga del estudio de la estructura y todas las funciones que presenta el cerebro y de todas las interacciones que experimentan los diferentes elementos de éste para dar lugar a la conducta de los seres vivos. Aquí os dejo un enlace con un breve resumen de lo que es la historia de la neurociencia desde Descartes 5 siglos atrás hasta hoy, aunque sea a grandes rasgos, remarcando los acontecimientos más importantes: http://sinapsis-aom.blogspot.com.es/2011/12/breve-historia-de-la-neurociencia.html

Dicha ciencia actualmente está sustituyendo muchos de los estudios que hasta ahora se han dado por "hechos" mediante la psicología, dando lugar a la neurociencia cognitiva. Dentro de esta neurociencia encontramos disciplinas como la neurobiología (estudio de las células del sistema nervioso y la organización de éstas), la psicobiología (aplicación de los principios de la biología al estudio del comportamiento de los animales) o la propia psicología cognitiva (estudio de los procesos mentales implicados en el conocimiento).

Uno de esos estudios de los que se ha encargado la psicología hasta ahora es la libertad, el libre albedrío, pero esta teoría se esta desmoronando gracias a la neurociencia, que está planteando un nuevo modo de explicar el concepto de libertad que hemos tenido hasta ahora, hasta se ha atrevido a negar la existencia de dicha liberta tal y como la conocemos.

Para continuar, es necesario definir el concepto libertad. Aunque según la rae esta palabra tiene muchas acepciones, considero que esta es la más apta para este contexto:

Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.

Según la rae, la libertad es una cualidad innata del ser humano, un adjetivo que nos acompaña de por vida, pero a continuación podremos comprobar que no está tan claro.


Para muchos neurocientíficos y filósofos de la mente, el fenómeno de la libertad puede ser explicado totalmente por la neurociencia. Aunque el estudio avance progresivamente, uno de los obstáculos que presenta esta teoría son las diferencias que tienen la neurociencia, la filosofía y la psicología.

Los avances que se están realizando en las dos últimas décadas están reforzando la creencia de muchos de que el cerebro tiene siempre la última palabra en la conducta humana, pero aceptar esta teoría significaría aceptar una visión <<neurodeterminista>> (El neurodeterminismo sostiene que el cerebro humano es un sistema determinista, de manera que cada una de las decisiones que tomamos es el resultado de causas preexistentes: acontecimientos y estados cerebrales emocionales.)  de la conducta humana, lo que supone un gran esfuerzo, ya que pondría en compromiso el concepto de libertad.

«La vida diaria plantea el siguiente enigma: todos nos sentimos agentes conscientes, todos nos sentimos como una unidad consciente, capaces de actuar con determinación y libres de tomar decisiones de casi cualquier tipo. Al mismo tiempo, todo el mundo comprende que somos máquinas, aunque máquinas biológicas, y que las leyes físicas del universo son aplicables a ambos tipos de máquinas, tanto a las artificiales como a las humanas. ¿Ambos tipos de máquinas están completamente determinados, tal como decía Einstein, que no creía en el libre albedrío, o tenemos libertad de elegir lo que deseamos?»   ¿Quién manda aquí? de Michael S. Gazzaniga



Michael Gazzaniga es un neurocientífico estadounidense, director del centro de neurociencia cognitiva del Dartmouth College, que ha dedicado gran parte de sus estudios a este aspecto de la neurociencia, y hoy en día ha conseguido un gran renombre gracias a libros como El cerebro ético¿Qué nos hace humanos?: La explicación científica de nuestra singularidad como especieCuestiones de la mente: cómo interactúan la mente y el cerebro para crear nuestra vida conscienteEl cerebro social o El pasado de la mente

Para explicar su teoría de que el libre albedrío no existe, realizo el siguiente experimento:


El experimento consistió en pedir a un voluntario que decidiera pulsar uno de entre varios botones. El voluntario pulsaba el botón que quería. Hasta ahí todo bien. Pero lo desconcertante era que la actividad cerebral que se activaba para decidir qué botón iba a pulsar el voluntario había aparecido segundos antes de que el voluntario dijera que lo había decidido. Hasta siete segundos de antelación hubo en algunos casos. Es decir: antes de que el voluntario fuera consciente de que quería pulsar tal botón, la región cerebral relacionada con ese movimiento y ese deseo ya se había activado.


Este experimento podía demostrar la inexistencia de la libertad de los seres humanos, siempre obviando la "prohibición" física o social.


El problema de la aceptación de esta teoría llega cuando entramos en el tema de la moral, pero parece ser que lo que más interesa de este tema es lo penal. Aceptar esta teoría produciría un gran enredo en lo que denominamos el "bien" o el "mal" que conllevan los actos que realizamos.Dicho de otro modo: ¿cómo se castiga a un criminal si su cerebro decidió por él qué crimen perpetrar?


Hace unos diez años fue muy conocido el caso de un profesor de primaria estadounidense que comenzó a buscar pornografía infantil en internet. Además, su mujer descubrió que había hecho insinuaciones a menores al objeto de mantener relaciones con ellos, por lo que le denunció. Al profesor lo encontraron culpable de acoso a menores y le obligaron a recibir medicación por sus inclinaciones pedófilas. También se le obligó a ir a terapia, pero lo expulsaron porque intentaba mantener relaciones con las mujeres que asistían con él. La tarde antes de que ingresara en prisión se quejó de fuertes dolores de cabeza. En el hospital declaró que temía violar a su casera. Las pruebas le detectaron un tumor del tamaño de un huevo. Le quitaron el tumor y sus deseos pedófilos desaparecieron. El tumor volvió a aparecer y con él su carácter como delincuente sexual. Le extrajeron de nuevo el tumor y nunca más quiso cometer actos de pederastia. El tumor estaba localizado en el córtex orbitofrontal del lóbulo frontal: una zona relacionada con la toma de decisiones, el criterio, el control de los impulsos y la conducta social.


¿Qué opináis? Aquí os dejo un vídeo que quizá os explique un poco mejor esto de la neurociencia en este aspecto, a ver si así aclaramos ideas:  







Espero que os haya resultado útil y entretenido, y sobretodo que os haya hecho darle vueltas al coco. Aquí os dejo unos enlaces por si os queréis informar un poco más.


http://www.terceracultura.net/tc/?p=3538

http://www.unocero.com/2014/06/10/ruido-cerebral-el-origen-del-libre-albedrio/
http://www.terceracultura.net/tc/?p=987


¡Un saludo y hasta siempre!